domingo, 1 de septiembre de 2013

BLUES AL RÍO

BLUES AL RÍO



Los amantes del blues, jazz y rock tuvieron su espacio en el cronograma de las fiestas julianas con el evento Blues al Río en la explanada de teatro, Sánchez Aguilar,  en Samborondón. Las bandas participantes nacionales e internacionales  deleitaron a su público con un show que inició cerca de la 16:30.
Bajo el calor  del sol de aquella tarde caminaba con dirección al teatro Sánchez Aguilar en cuyo exterior ya se divisiva una tarima con instrumentos musicales listos para para ser acariciados por manos talentosas. Alrededor pequeños cápsulas de ventas de comida, bisuterías y bebidas; así también enormes vallas e infladores con las marcas de los principales auspiciantes.
Cuando el reloj ya marcaba las 17:30 el público era muy poco, sin embargo, la banda Manus Blues de Ecuador hizo su intervención para grupos de jóvenes esparcidos por todo el reducto, y para personas adultas que incluso  llevaron a sus pequeños hijos haciéndolos bailar para que desde muy chicos adoren este tipo de música, y más aún, cuando el saxofonista español Robert se lucía y dejaba boquiabierta todos con su experiencia y gran manejo del instrumento.
Sentado en rincón y protegiéndome el rostro con un cuaderno del incandescente sol de la tarde vi llegar a Dennis y María, compañeras del curso, que entre saludos y bromas María trataba de disfrutar el concierto bailando esporádicamente mientras que Dennis confesó de inmediato que no le gustaba este tipo de música.
Cerca de las 18:00 el hambre nos pasó factura así que visitamos el patio de comidas que se encontraba a pocas cuadras del teatro, una pizza con papas fritas y soda  fue el menú que pedimos. Y en la mesa  el tema de conversación fue el mismo de antes: “la música”.
De regreso al concierto, nuestra sorpresa fue total al ver a un número de aproximadamente 500 personas bailando y aplaudiendo con la música de Guayabera Banda, medios de comunicación tomado imágenes, familias enteras sentada en  el piso y una hermosa impulsadora de una bebida que con su figura perfecta y pantalón amarillo se robaba el protagonismo en aquella noche.
Carlos, compañero del curso se acercó a saludarnos y a darnos la notica de esa noche nadie iba asistir a clases por lo cual podíamos seguir disfrutando con tranquilidad del concierto, que a esa hora empezaba a ponerse bueno, ya que Guayabera interpretó temas de jazz de artistas reconocidos como Ray Charly, algo que me  alegró muchísimo pues me encanta  la música de Ray, un afroamericano que padece ceguera.
Raquel, una rubia de ojos azules, vestida con pantalón jean, zapatos deportivos  y gorra  era la coordinadora del evento. Ella caminaba de un lado a otro, subía al escenario a animar al público, agradecer a los auspiciantes y  a presentar a las bandas. Toda esa energía era digno de admiración, así que, Carlos y yo no perdimos la oportunidad de tomarnos una foto con ella, sin duda un bello recuerdo, pues ella no necesita de una minifalda o un escote para cautivar con su simpatía a los presentes.
El cansancio de haber pasado muchas horas de pie era insoportable, así que decidimos retirarnos, Carlos me llevó en su vehículo y me dejó cerca de la facultad y él se fue a su casa. Blus al Río que en honor a la verdad no es un evento que llamó mucho la atención merece nuestro aprecio, pues está claro que de una iniciativa puede nacer una tradición que cada año puede seguir ganando adeptos a este género musical que tiene mucho para dar y con un poquito de paciencia y tolerancia estoy seguro que puede gustar a  multitudes.

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